El cuello siempre es olvidado. Y nos deja en evidencia.....
Mucha preocupación por las arrugas, el contorno de ojos, los granitos, etc.; pero del cuello nos acordamos cuando comienzan a notarse sus arrugas o la papada....ya bastante tarde por cierto.
Es de lo mas fácil de cuidar y proteger.
Si bien existen productos específicos para su cuidado; también podemos hechar mano de la misma crema que utilizamos para el rostro; simplemente, extenderla por el cuello y ya.
Solo un detalle importantísimo: la aplicación.
Si, soy muy insistente en ello, siempre, es que implica un importante porcentaje del éxito del producto aplicado.
En el caso del cuello, escucharemos muchas maneras de aplicación, incluso de una marca a otra; cada uno recomienda la que le parece mejor y con sus buenos argumentos.
En mi opinión, la mejor manera de aplicar una crema en el cuello, es dando golpecitos y/o ejercer una leve presión sobre la piel, con especial cuidado de no arrastrar la piel, ni a los lados, ni hacia arriba, ni hacia abajo; mantenerla en su sitio; presionando levemente con la mano completa; y en la papada dando golpecitos; para no tironear en ningún momento. Dejarla en su sitio.
No hay que olvidar que gracias a nuestra querida fuerza de gravedad, todo tiende a caer por lo tanto no debemos ayudarla! en absoluto! mimemos nuestra piel en pequeños toques, presiones manteniéndola en su sitio sin estirarla, con esa presión y el calor de nuestras manos el producto se calienta y funde en la piel suavemente.
Puede que no le demos mucha importancia, pero el tiempo, que es sabio, nos lo demuestra: el cuello es fundamental; un rostro muy cuidado esta muy bien, es lo ideal; pero si el cuello no acompaña, desluce todo el esfuerzo......
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